Las aplicaciones de mapeo de presión, como el análisis de la presión del pie en la formación, se utilizan para mejorar el rendimiento de los atletas y prevenir lesiones. Los entrenadores utilizan sensores de presión dentro de los zapatos o placas de fuerza conectadas a cintas rodantes para estudiar patrones de presión durante movimientos deportivos específicos como correr, saltar o cambiar de dirección. Algunas de las métricas más importantes incluyen la presión pico bajo las cabezas de los metatarsianos, el integral de tiempo de presión (fuerza total aplicada) y la simetría de la distribución de presión. Para los corredores, este análisis podría sugerir el uso de zapatillas con mayor soporte medial debido a una presión excesiva en la parte lateral del antepié causada por la supinación. En los deportes de equipo, los datos agregados de presión recolectados durante un período de entrenamiento sostenido permiten a los entrenadores monitorear a los atletas para detectar lesiones por sobrecarga, lo que puede desencadenar cambios en la carga de trabajo o en los ortóticos. Se observa que los atletas mejoran su técnica y eficiencia energética durante el entrenamiento con retroalimentación en tiempo real de presión, lo que produce una mejora del 5-8% en la economía de carrera, según diversos estudios.