El análisis de la marcha es un campo especializado que se centra en examinar los patrones de movimiento del pie durante la caminata o la carrera. Incluye una evaluación sistemática de cómo interactúa el pie con el suelo, la secuencia de movimientos que experimenta y las fuerzas que actúan sobre él durante el ciclo de la marcha. Este análisis es fundamental para comprender el funcionamiento normal del pie, identificar anomalías y desarrollar intervenciones específicas para mejorar la movilidad, reducir el dolor y prevenir lesiones. El ciclo de la marcha, que es el periodo desde un contacto inicial del talón hasta el siguiente contacto del mismo talón en el mismo pie, consta de varias fases distintas: fase de apoyo (cuando el pie está en contacto con el suelo) y fase de oscilación (cuando el pie está fuera del suelo). El análisis de la marcha profundiza en cada una de estas fases para evaluar la posición, alineación y movimiento del pie. Durante la fase de apoyo, los eventos clave incluyen el contacto inicial del talón, donde el talón hace primer contacto con el suelo; la fase media del apoyo, cuando el pie soporta completamente el peso corporal; y el despegue de los dedos, cuando el pie se impulsa hacia adelante para propulsar el cuerpo. Cada uno de estos eventos proporciona información valiosa sobre el funcionamiento del pie. Por ejemplo, durante el contacto inicial del talón, una rotación excesiva hacia adentro (sobrepronación) o hacia afuera (supinación) del pie puede indicar problemas subyacentes como desequilibrios musculares o anomalías estructurales. En el análisis de la marcha se emplean herramientas y tecnologías avanzadas para recopilar datos objetivos. Los sistemas de captura de movimiento 3D utilizan marcadores reflectantes colocados en el pie y la pierna inferior para rastrear el movimiento en tres dimensiones, proporcionando mediciones precisas de ángulos, velocidades y aceleraciones. Las placas de presión o cintas de correr instrumentadas registran la distribución de la presión a través del pie, destacando áreas de alta presión que podrían causar incomodidad o daño tisular. Las placas de fuerza miden las fuerzas de reacción del suelo, lo que ayuda a cuantificar el impacto y las fuerzas de propulsión generadas por el pie. Los datos recopilados de estas herramientas se analizan mediante software especializado, que genera visualizaciones como gráficos de la marcha, mapas de presión y trayectorias de movimiento. Estas visualizaciones permiten a los profesionales de la salud, podólogos e investigadores identificar desviaciones de los patrones normales de marcha. Por ejemplo, una fase de apoyo acortada en un pie puede indicar dolor o debilidad, mientras que una distribución asimétrica de la presión podría sugerir la necesidad de órtesis personalizadas. El análisis de la marcha tiene múltiples aplicaciones. En entornos clínicos, se utiliza para diagnosticar condiciones como fascitis plantar, tendinitis de Aquiles y trastornos neurológicos que afectan el movimiento. También orienta la prescripción de plantillas ortopédicas, férulas o regímenes de fisioterapia. En medicina deportiva, el análisis de la marcha ayuda a los atletas a optimizar su técnica de carrera, seleccionar el calzado adecuado y reducir el riesgo de lesiones por sobreuso. FOOTWORK LAB incorpora el análisis de la marcha en su proceso de desarrollo de productos, utilizando los conocimientos obtenidos para diseñar plantillas ortopédicas y equipos para el pie que aborden anomalías específicas de la marcha. Al aprovechar técnicas analíticas avanzadas, la empresa asegura que sus productos ofrezcan soporte específico, mejoren el funcionamiento del pie durante la marcha y aumenten la comodidad y el rendimiento general para los usuarios en diversas actividades y estilos de vida.